TARTA CORONA DE PRINCESA

A veces nos gusta complicamos la existencia más de lo que la tenemos. Un cumpleaños, que debería ser motivo de fiesta y felicidad, se puede convertir en un verdadero calvario. Cuando tu hijo cumple uno, dos o tres años, sus fiestas de cumpleaños se convierten en cena para los mayores, y si tienes muchos hermanos, un problema de espacio para tí.
Porque con esa edad todavía no tienen amigos del cole, así que invitas a los primos, si los tiene, y de camino al resto de la familia. Si tu piso es como el mío, deberás buscar sillas y gastarte bien los cuartos para que tus cuñados no te critiquen… -«Eso parece poco; prepara más cerveza; mi frigorífico no da para más….»
El cumpleaños te sale por un ojo de la cara y te queda un regusto «amargo» porque al final, no había niños en la fiesta, que es lo que tú querías para tu hijo.
Esta historia es la de mi compañera, la mía y la de tantos padres primerizos que cometemos el error de elevar una fiesta íntima y familiar en un acontecimiento social… (y después nos quejamos…)
Por suerte, eso te pasa la primera vez. Al año siguiente decides llevarlos a un centro de ocio infantil (que normalmente los mayores no soportan) o invitarlos a merendar a una cafetería o un burguer (te sale más barato, porque cuando terminan, cada uno se va a su casa, no hay cena después, ni copas…) o simplemente decides que en el patio de tu residencial o en las pistas del polideportivo más cercano también se puede celebrar un buen cumpleaños, con unos minibocadillos, unas chuches y, por supuesto, la tarta. Y, lo mejor, es que ves que cada vez vienen más niños y menos mayores, que es lo que tú querías.
Decidme si no os veis representados….
Pues a mi compañera le pasó esto mismo, y como la vi tan agobiada, le propuse quitarle el peso de la tarta, que, sabiendo lo que le gustan a su hija las princesas, le decoré con estas flores y esta corona.
Está hecha con el típico bizcocho de yogourt, rellena de mermelada de fresa y frosting o crema de queso, y cubierta del mismo, en tonos blancos, azules y rosas y con florecitas de glasa real y azucarillos perlados de adorno para la corona.
No tengo fotos del corte, pero sé que gustó mucho, y lo mejor, que cuando a la niña le preguntaban 
-«¿qué te han regalado?
Ella contestaba: -¡»Una tarta de princesas con mi nombre!!
Según mi compañera, fue una de las cosas que más ilusión le hizo. Y yo, tan feliz!!!

8 comentarios en «TARTA CORONA DE PRINCESA»

  1. Carmina, yo me siento total y absolutamente identificada, jejeje, pero el mio ya ha cumplido 8 años y todavía no he aprendido la lección. La tarta te ha quedado superbien, y las flores de glasa, ni te cuento, con las peleas que tengo yo con ellas. Besos. Yolanda.

  2. Hola guapa, yo nunca he entendido estas historias que se montan en torno a los cumpleaños de los niños. Cuando son chiquititos pues no hay fiesta que valga porque el niño ni se entera, y luego cuando se entera es una fiesta para ellos, es su fiesta. Yo lo llevaba bastante bien en ese sentido, celebré todos sus cumples bien baratos, en el patio del bloque y con los niños del bloque, nada de venir los veinticinco que eran en clase. Que movidas nos montamos a veces los mayores. Ahora lo veo con mis sobrinos que lo tienen que celebrar tres veces por lo menos, y yo pienso, pero es que estamos locos o que? así como van a saber luego ellos cuando crecen de no derrochar o de gastar poco? a lo mejor yo estoy fuera de onda pero es que no lo comprendo, en fin, sería un debate para no acabar. Tu has preparado una tarta extraordinaria que sin duda ha sido el mejor regalo que haya recibido la hija de tu compañera, te felicito.
    Un besooo

  3. Creo que todos nos sentimos identificados con lo de los cumpleaños! Yo no tengo niños, pero lo he padecido jajajaja Pero bueno, que decirte de la tarta, me ha parecido preciosa y muy muy original!! Seguro que a tu niña le encantó!!! Es preciosa!!! Un besito

  4. Pues aunque no me veo reflejada más que nada porque no tengo nenes a los que preparar fiestas, pero es verdad que nos complicamos mucho en general preparando cualquier tipo de fiesta.

    La tarta muy chula, no me extraña que quedara encantada la princesa. Un beso

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