Turrón de chocolate y aove con praliné de avellanas

De nuevo llega el reto #ASALTABLOGS, pero en versión navideña, con un «Asalto Invisible» que por poquitas me tiene todavía decidiendo qué hacer.

Mi blog asaltado ha sido Cuuking! y me ha tenido en ascuas hasta el último día, porque no paraba de subir cosas ricas a su blog.

En realidad ha salido ésta por sorteo. Si, porque tenía varias y al final las eché a suertes… pero aviso que las otras vendrán después… sus pasteles de gloria, pan de parnesano y aove, Mousse de naranja y cardamomo, coxinhas con queso emmental… y podría estar así todo el día, porque su blog es fantástico, me tiene enamorada!

Este turrón muy fácil de hacer, pero el resultado es increíble: chocolate negro 70% con trocitos crujientes de caramelo y avellanas..mmm!! todavía me estoy relamiendo.

Lo que no he podido evitar ha sido cambiar la manteca de cerdo que venía en la receta original por aceite de oliva virgen extra. Ya sabéis lo que me gusta la mezcla de chocolate y aove, así que tenía que volver a intentarlo.

¿Que cómo ha salido??? ¡Espectacular! Gracias Cuuking! por las recetas tan maravillosas que tienes!

Ingredientes:

250 gr. de chocolate negro (yo utilicé 70%)

50 gr. de aceite de oliva virgen extra. Como buena jaenera, he utilizado un picual de cosecha temprana muy equilibrado en amargor y picante, Cortijo Spiritu Santo, pero si os gusta más suave, utilizar una arbequina, aunque el chocolate tiene una potencia que admite el picual de maravilla.

Praliné:

80 gr. de avellanas tostadas sin sal

100 gr. de azúcar

Preparación:

Preparamos el praliné, poniendo en una sartén el azúcar a fuego medio. Déjalo que se derrita sólo, sin remover.

Cuando esté derretido y tenga un color dorado, añade las avellanas y remueve bien, que todas queden caramelizadas.

Tendremos preparado un recipiente con papel de cocina engrasado, donde volcaremos el guirlache.

Dejamos enfriar

Derretimos el chocolate junto con el aceite de oliva virgen extra al baño maría o en el microondas, a golpes de 40 segundos a potencia media, para que no se queme. Si quedan trocitos, remueve que se derretirán con el calor residual.

Trituramos el guirlache, eso a tu gusto. ¡Eh! ¡Para!, no sigas pegándole pellizcos al guirlache que vas a tener que hacer más!

A mí me gusta encontrarme trocitos grandes, pero depende de tu dentadura.

Lo mezclamos y volcamos en un molde. Si no tienes molde para turrón, corta por la mitad a lo largo, un brik de leche, lo lavas muy bien y tendrás un molde casero estupendo. Y si no, vuelca sobre una oblea y tendrás una torta riquísima.

Deja enfriar bien. Cuando esté sólido, desmolda y adorna con polvo de praliné. ¡QUE APROVECHE!