Albóndigas en pepitoria

Albóndigas en pepitoria

Hoy comemos estas deliciosas Albóndigas en pepitoria.

La pepitoria es un plato no sólo tradicional, sino histórico, ya que sus orígenes se remontan a la edad media, posiblemente a la cocina árabe y judía, por la utilización de las almendras y el azafrán, aunque su nombre parece ser que viene del fráncés «petite oie» (pequeño ganso)

Lo cierto es que en recetarios antiguos del S XVI así como  el ‘Nuevo Arte de cocina’,  del siglo XVIII  ‘Juan de Altamiras’, y se dice que era uno de los platos favoritos de la reina Isabel II.

Se solía preparar con gallina, pero con el tiempo el pollo fue ganando terreno ya que su cocción es más rápida.

Yo la suelo preparar a menudo, y reconozco que me pierde el mojeteo en esa salsa tan rica, y por eso hoy, he cambiado el pollo por unas albóndigas. Y sí. Ha sido un exitazo.

Normalmente suelo añadir una piel de naranja y un trozo de canela en rama, pero hoy he ido más ligera y no se las he puesto. Aunque reconozco que les da un sabor y un aroma increíbles.

Toma nota de la receta ¡Y ponte ya el mandil!

Albóndigas en pepitoria

Cómo preparar estas Albóndigas en pepitoria:

Ingredientes:

Para las albóndigas:

  • 500 g de carne picada de cerdo o ternera
  • 500 g de carne picad de pollo
  • 3 dientes de ajo
  • unas hojas de perejil
  • 100 ml de vino blanco
  • 4 huevos
  • sal
  • 100 de pan del día anterior
  • 100 ml de leche para remojar el pan
  • un poco de pan rallado, para darles consistencia
  • Aceite de oliva virgen o virgen extra para freírlas

Para la salsa:

  • una cebolla
  • uno o dos dientes de ajo
  • 100 ml del aceite de freír las albóndigas
  • 150 ml de vino blanco
  • 150 ml de agua
  • 15-20 almendras crudas
  • un huevo cocido
  • unas hebras de azafrán
  • tomillo, laurel, canela en rama, piel seca de naranja, sal y pimienta.

Albóndigas en pepitoria

Preparación:

  • Mezcla las carnes y salpimenta
  • Remoja el pan con la leche, y cuando esté bien empapado, estrújalo y añade a la carne.
  • Con la batidora, tritura los ajos, el vino blanco, el perejil y los ajos, y añádelos a la carne.
  • Incorpora los huevos y mezcla todo muy bien,
  • Añade pan rallado hasta que quede una masa que pueda trabajarse pero que no sea muy dura.
  • Tápalo con film transparente y reserva en la nevera un par de horas para que tome el aliño.
  • Fríelas hasta que estén doradas y escóndelas para que ningún «ratón» te las robe.
  • Corta a groso modo la cebolla y los ajos y sofríelos en el aceite de freír las albóndigas
  • Añade las albóndigas, laurel, tomillo, canela en rama, piel seca de naranja, unas hebras de azafrán, sal y pimienta.
  • Incorpora el vino blanco, y cuando reduzca, añade el agua, hasta que las cubra.
  • Deja cocer media hora, aproximadamente.
  • Aparta las albóndigas, junto con la canela, el laurel, la piel de naranja y la rama de tomillo, y pon la salsa en un baso de batidora o un robot, con las almendras y el huevo cocido, y tritura hasta que quede una salsa fina.
  • Incorpora la salsa a la cazuela con las albóndigas y deja hervir 5 minutos más para que se trabe todo.
  • Sívelas con patatas fritas, puré de patata, menestra de verduras… pero lo que nunca puede faltarte es un buen pan, porque ¡la salsa es un lujo!.

Prueba esta salsa con otras carnes, como el pollo, la gallina, picantones… Ya verás cómo se convierte en tu plato más exitoso.

Como todos los guisos, gana más sabor de un día para otro, por eso a mí me gusta hacerlo entre semana, y así lo tengo listo para calentar cuando vuelvo del trabajo.

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¡QUE APROVECHE!

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